CARTA BLANCA... PARA HACER QUÉ?*
1. Dar carta blanca, es darle a alguien total libertad para hacer lo que quiera (algo que, sin duda, todos desearíamos que se nos concediese a menudo). Pero esta libertad resulta paradójica, pues como sabemos, la libertad que no se gana o no se conquista pierde vigor y en parte desactiva su naturaleza, provocando la duda sobre qué camino elegir, terminando, de forma inevitable en la pregunta: ¿para hacer qué?
2. Un espacio en blanco, una página en blanco, dejar la mente en blanco... silencios, disposiciones tantas veces ineludibles para comenzar algo, para impulsarnos hacia alguna dirección; las mínimas bases para comenzar a decirlo todo o a resolver que tal vez no tengamos nada que decir... o que incluso no sea necesario hacerlo.
3. Cualquier cosa que el artista tenga que hacer o decir no tiene por qué expresarse mediante gestos o actos grandilocuentes. Las herramientas básicas de las que dispone el artista son su actitud, su mirada, su disposición... tal vez sus preguntas; el artista no debería necesitar nada más.
4. En 1949, John Cage en una conferencia estructurada como una partitura musical, titulada Lecture on Nothing, dijo: «No tengo nada que decir, y lo estoy diciendo, y esto es poesía tal y como la necesito».
5. Escribe Vergílio Ferreira, en su libro Pensar: «De lo que no se dice en una obra de arte, está lo que no se dice porque no se le encuentra interés y lo que no se dice porque es imposible decirlo. Eso es lo más importante que la obra dice».
* Carta blanca... para hacer qué? es una exposición en la que participan Carla Andrade, Enrique Lista y Rosendo Cid en la Galería Nordés, en Santiago de Compostela dentro del ciclo Carta Blanca #2 (a Rosendo Cid)