Exposiciones

Liquid ground Enar de Dios Rodríguez Del 17 de marzo al 19 de mayo Santiago

Liquid ground nace en un momento en el que el robot Patania II aspira metales del fondo del océano, mientras el esqueleto caído de una ballena permite la construcción de ecosistemas complejos, cuando un sonar determina la profundidad del mar y a la vez seguimos, día tras día, tragando saliva. Un presente que se escribe en este momento, se piensa ahora y se representa en el ya. Aquí. En este mismo instante, mientras lees estas líneas y todo está ocurriendo al mismo tiempo.

Liquid ground es un proyecto expositivo que, aún sugiriendo un lugar donde embarcar, bien podría plantearse como una carta. En el primer párrafo de esta carta hay manos. Introducen retratos incompletos de cartógrafos a lo largo de la historia. Relatan que los gestos importan. Nos exigen que prestemos atención a cómo se ha cogido el mundo para poder trazar las líneas que han marcado arbitrariamente los límites del espacio. Como si fuera posible detener las mareas en un punto fijo, como si tuviera algún sentido separar un lugar de otro. En realidad, puede que todo haya sido un anhelo y estemos a tiempo de establecer deseos diferentes. Siempre.

El cuerpo de esta carta se puede recorrer. Es un vídeo que dura 30 minutos y habla de cómo aprendimos a ver el fondo del mar: a través de las primeras ilustraciones que existen de los seres que se extrajeron de allí, a través de la mirada que se tornó museística poco después, cuando los fondos marinos se trasladaron a un espectáculo en las ciudades, y a través de las visiones de futuro y representaciones digitales que se están construyendo hoy para estos lugares submarinos. En realidad es un ensayo que entiende el mirar y el pensar como una poesía sin final. Como toda forma de conocimiento, esta también es un conjunto de adivinanzas.

Esta carta, o este proyecto, se despide con un regalo: un objeto que espera desaparecer de este espacio y quedarse en tus manos. Se trata de un mapa del océano Pacífico, por si algún día decides visitar la zona Clarion-Clipperton, para que sepas que, hasta hace nada, esos suelos oceánicos te pertenecían pero ahora son llaves de naciones que abren puertas al extractivismo de este siglo.

Al final de todo la posdata está borrada pero si se mirase a contraluz podría leerse una llamada a boicotear ese futuro establecido, ese futuro arraigado en un pasado que se escribió a pocas manos. O puede que se lea otra cosa diferente, pues ya no depende de lo que quedó aquí escrito, sino de lo vivido.


*Esta exposición conta co apoio do Concello de Santiago de Compostela

(Proxecto presentado á convocatoria de axuda e apoio a actividades culturais para o sector profesional 2023).

Con el fin de ofrecer un mejor servicio, nuestra web utiliza cookies Saber más Aceptar